Como en cualquier otro proyecto que tenga como base la aplicación de una determinada metodología, la adopción de la Arquitectura Empresarial, requiere de cierta disciplina para alcanzar los objetivos propuesto por el modelo. Si bien somos los primeros en reconocer que las metodologías no son canónicas, y que al aplicarse deben ser adaptadas a la realidad específica de la organización intervenida, creemos que el principal error en la adopción de la Arquitectura Empresarial pasa por perder de vista el objetivo a cumplir por este esfuerzo.
Si bien ya revisamos los errores mas comunes en la adopción de la Arquitectura Empresarial en un post anterior, el desconocer los resultados que espera lograr la organización luego de implementar la Arquitectura Empresarial es un error que convierte los proyectos de adopción en en un desperdicio de tiempo y de recursos.
A pesar de que TOGAF, a partir del método ADM, ofrece un roadmap relativamente claro para su adopción, este propone una colección de artefactos demasiado extensa para ser implementada tal como lo propone la documentación; esto porque incrementa el esfuerzo requerido para toda la iniciativa, hace imposible un modelo de gobierno de la arquitectura, sobre todo, mueve el foco del proyecto desde los beneficios de la arquitectura para el negocio hasta la construcción de la AE, convirtiendo la ruta en el destino.
Desarrollar una arquitectura empresarial sin reconocer su impacto en el negocio puede tener graves consecuencias para la organización. Sin entender cómo la arquitectura empresarial afecta al negocio, es posible que se tomen decisiones que no estén alineadas con los objetivos estratégicos y operativos de la empresa.
Resultados
Algunos de los posibles resultados de desarrollar una arquitectura empresarial sin reconocer su impacto en el negocio incluyen:
- Desperdicio de recursos: Primero que todo, si la arquitectura empresarial no está diseñada para apoyar los objetivos del negocio, se pueden invertir recursos en tecnologías, procesos y sistemas que no sean necesarios o relevantes. Esto puede llevar a un desperdicio de recursos valiosos y una falta de retorno de inversión.
- Falta de alineación: Más adelante, si la arquitectura empresarial no está alineada con la estrategia y los objetivos del negocio, se corre el riesgo de que los departamentos y equipos de la organización trabajen en direcciones diferentes, lo que puede llevar a la falta de cohesión y colaboración en la empresa.
- Pérdida de competitividad: En definitiva, si la arquitectura empresarial no se desarrolla para mejorar la eficiencia, la agilidad y la capacidad de adaptación de la organización, la empresa puede perder competitividad frente a sus competidores en el mercado.
- Costos operativos elevados: Finalmente, si la arquitectura empresarial no se desarrolla para optimizar los procesos y los sistemas de la organización, es posible que los costos operativos se mantengan altos, lo que puede afectar la rentabilidad de la empresa.
En resumen, desarrollar una arquitectura empresarial sin reconocer su impacto en el negocio puede llevar a una falta de alineación, un desperdicio de recursos, una pérdida de competitividad y costos operativos elevados. Por lo tanto, es fundamental considerar cuidadosamente el impacto de la arquitectura empresarial en el negocio antes de tomar cualquier decisión importante.